A grandes rasgos, la implementación de la
energía generada a partir de las obras hidráulicas no es malo porque
básicamente se está produciendo y abasteciendo de energía mediante un recurso
renovable, muy efectivo y a bajo costo. Pero el asunto es, hasta qué punto la
implementación y utilización de estas obras son lo suficientemente buenas.
Para entrar en
contexto el principal ejemplo claro es la creación de presas sobre ríos, pues
es un tema ampliamente debatido y que ha dejado a más de una persona realmente
insatisfecha por las condiciones en la que vive.
Estas presas generan impactos ambientales
irreversibles puesto que sus aguas contaminadas y estancadas hacen que las
condiciones de vida de los ecosistemas acuáticos que normalmente vivían ahí
empiecen a verse realmente afectadas a punto de empezar a desaparecer.
Además están los impactos sociales, las personas que normalmente trabajaban y
vivían de estos ríos empiezan a verse a mayor escala y tienen que empezar a
moverse hacia otros lugares lejos de su tierra para buscar una nueva
oportunidad para vivir. Es por esto que se pregunta, ¿son más altos los costos
sociales, ambientales e incluso económicos, que los beneficios? Sería muy
cuestionable entonces, la creación de grandes represas.
Por otro lado, hay desventajas indirectas a
cerca de la creación de obras hidráulicas ya que normalmente son en un lugar
donde haya gran abastecimiento natural y acuífero; es muy probable que pueda
estar lejos del centro o centros de consumo y exigir la construcción de un
sistema de transmisión de electricidad y sostenimiento básico, condiciones
ideales y habitables de trabajo y demás, significaría un aumento de la
inversión y en los costos de mantenimiento y pérdida de energía.
También otro
problema de las generadoras hidráulicas es que, como dependen básicamente del
agua, su energía puede oscilar y/o fluctuar con respecto a los cambios del
clima, o estaciones generando un poco de inestabilidad energética. La
construcción de una presa puede durar varios años, en media 5 a 6 años. Las
situaciones que se dan durante la construcción son totalmente diferentes a las
que se tendrán una vez terminada la presa y puesta en operación. Pues pre-construida
es cuando la naturaleza “tiende a oponerse” más ya que hay que alterar las
condiciones normales. Y al alterar estas condiciones normales, tiende
normalmente a darse una degradación de la calidad del agua del reservorio, dado
que ya no tiene el mismo flujo constante que la ayuda a mantenerse limpia y
empiezan a acumularse residuos. Y por último se vería un aumento en las
condiciones favorables para hábitats de plagas tales como mosquitos
transmisores de enfermedades.
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