EL AGUA, FUENTE DE VIDA.

Nosotros como ingenieros  muchas veces pensamos en  todos los beneficios a nivel tecnológico, de infraestructura y de desarrollo humano que nuestras obras traen, pero a veces olvidamos las repercusiones tanto sociales, culturales y ecológicas que éstos también abordan. Nuestro blog ha tratado y hablado de las principales obras hidráulicas y las relacionadas con el agua,  así que nos centraremos en este recurso vital y esencial.

Las grandes obras de la ingeniería, especialmente las que son hechas en zonas ajenas al casco urbano de las ciudades,  traen consigo muchísimos daños ambientales, muerte de especies de fauna y flora, desplazamiento forzado de animales de sus hábitats naturales, y daños irreparables en las fuentes hídricas, las presas, embalses y todas las obras que tengan como objetivo el control o manejo de nuestro valioso recurso natural, rompen con los flujos naturales del agua, invaden los ecosistemas y alteran el ciclo del agua, además  aportan de sobremanera al calentamiento global que es uno de los principales problemas del planeta tierra actualmente; y eso sin mencionar que gran parte de los desechos de las construcciones terminan en los ríos y contaminan toda el agua que por ellos pasan.

¿Cómo podemos reducir todo este daño que le causamos al planeta tierra y que más adelante nos afectará a nosotros mismos?

Antes de realizar cada obra hay que mirar sus pros y sus contras y hacer un minucioso estudio de si realmente la obra va a ser factible ambientalmente hablando. Además debemos buscar la forma en la que la construcción sea amigable con el ecosistema y que lo afecte o altere de la menor forma posible, es decir, que sus repercusiones sean las menores posibles y no sea tan invasiva con el medio ambiente. También se debe propiciar el mejor uso de los materiales, disminuyendo la cantidad de desechos que van a parar a nuestras fuentes hídricas.

Recordemos que EL AGUA ES FUENTE DE VIDA, sin el agua no podemos siquiera pensar en vivir, por eso debemos valorarla y cuidarla y recordar que es un recurso fundamental e indispensable para nuestra existencia.